Explorando la vía láctea.

El nombre lo dice todo: la industria láctea, desde una visión completamente personal.
Leche, queso, requesón, yogur, nata, mantequilla , butter oil, leche en polvo, leche condensada, leche evaporada, suero, WPC, lactosa ...

domingo, 18 de noviembre de 2012

Objetivo: la grasa láctea.


En el anterior post, reproduzco un correo que me enviaba un buen amigo, en el que se quejaba amargamente sobre la exportación de nata y la importación de leche desnatada.


http://laideantaenlacocina.blogspot.com.es/2011/04/bambas-de-nata.html

Está claro a que se dedica nuestra industria… envasa leche -sobre todo semi – y fabrica quesos de barra. Le sobra nata por todas las esquinas.

Mientras, nuestros amigos franceses compran nuestra nata sobrante y nos venden leche desnatada a precios imbatibles. Pero ¿porqué?, ¿Qué sentido tiene este cambio para ellos?

Como, de entrada, descarto toda conspiración franco-masónica...

Hombre, de entrada parece que´el precio de la leche desnatada en polvo hace que aún no compense demasidado encender la torres de secado, pero lo de la nata... aparte del hecho de asegurar el transporte en el viaje de ida y por lo tanto reducir los precios de transporte. Parecería que han dado con la piedra filosofal mantequera, por la que convierten nuestro problemático excedente en una fuente de valor añadido. Algo habrá…

Pienso que hay dos claves en la estrategia.

La primera y más evidente es que ellos consumen una mayor cantidad de grasa láctea, ya sea en forma de nata o mantequilla… (pero ellos también son excedentarios en MG) o que son capaces de incursar en el mercado internacional de mantequilla y materia grasa anhidra.

Pero hay otra clave…, que se encuentra en la producción de queso.

Mientras que nuestros queseros desnatan la leche o incorporan fuentes de proteínas diversas para estandarizar la MG del queso de barra al 45 %. Nuestros colegas francesas no se cortan y han llegado a la conclusión que la mejor manera de vender grasa láctea es en forma de untuosos quesos, que luego, medio mundo importa con fruición. Eso sí, no lonchean, ni falta que les hace.



Así pues, en el caso de tener razón y sabiendo las claves, ¿a qué esperamos para revalorizar aquí esta materia prima?, ¿qué nos incapacita para desarrollar estos productos?, ya sea para nuestro mercado interno o para la exportación. De entrada nos ahorraríamos el transporte y trabajaríamos con grasas menos degradadas por el tiempo y el baqueteo del transporte.

Supongo que nos falta la cultura gastronómica y el glamour de nuestros buenos amigos franceses o que hemos interiorizado tanto la cultura del aceite de oliva que no damos para más (aunque quizás pudiéramos incorporarlo como valor añadido). 


Pero, solo por el hecho ser francés ¿estás más capacitado para consumir o exportar estos productos?.

Casi casi, es una cuestión de responsabilidad colectiva, cuanto más reduzcamos el envío de nata... . Al menos, aquellas organizaciones más directamente vinculadas a los productores, lo deberían tener claro.

Y no digo que sea fácil... .


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